Las fases de elaboración del discurso.
Cicerón y Quintiliano establecieron cinco conceptos que siguen siendo hoy eficaces para la elaboración del discurso.
Se trata de cinco pasos, desde la preparación material hasta la presentación en público.
‘Intellectio’ o fase preparatoria
Es el paso previo de preparación y sondeo de la situación para elegir la estrategia más adecuada para la comunicación. El principal criterio a considerar será la persuasión. En esta primera fase deben tenerse en cuenta todas las siguientes para su planificación.
‘Inventio’ o búsqueda de materiales y argumentos
Su finalidad es la búsqueda de contenidos verdaderos y plausibles acerca de un tema, teniendo muy en cuenta en qué medida pueden contribuir a la persuasión. Las preguntas quién, qué, dónde, ayudado por quién, por qué, de qué manera y cuando son muy útiles en esta fase de elaboración.
‘Dispositio’ u ordenación de ideas y argumentos
Los materiales obtenidos en la fase anterior deben disponerse en una estructura coherente, sistemática y persuasiva. Es el momento de realizar un esquema o un guión que nos ayude a convertir las ideas en discurso o comunicación eficaz.
Cuatro son las partes en que habitualmente se ordena el discurso: exordium, para despertar el interés y crear un clima de benevolencia en los receptores; narratio, como exposición de los hechos; argumentatio, desarrollo de la labor de persuasión más intensa y peroratio, para cerrar el discurso con una conclusión a modo de resumen.
‘Elocutio’ o formulación del discurso
Consiste en la verbalización los materiales encontrados, seleccionados y estructurados en las dos primeras fases inventio y dispositio. En esta fase, el comunicador entra en contacto con el público.
‘Actio y pronunciato’ o la presentación en público
Podemos concebirla como una especie de ensayo general de lo que será la presentación en público. El comunicador se convierte a la hora de la presentación pública del discurso en actor que apela al público también con su presencia física.