Aprendizaje inmersivo, participación e interactividad.
Las aulas están cambiando con la aplicación de nuevas herramientas tecnológicas.
Son muchos los beneficios que el uso de estas tecnologías ofrece en el ámbito educativo. Permiten a los alumnos sumergirse en escenarios digitales, y les ofrece explorarlos e interactuar con ellos. Hacen posible el conocimiento aplicado de materias, y el desarrollo del aprendizaje de competencias. Les ayuda a complementar informacionalmente la experiencia educativa en un entorno real.
Realidad virtual (RV)
Es un entorno digital creado mediante tecnología con el fin de simular diferentes realidades. Para recrear ese entorno virtual se necesita un dispositivo tecnológico, unas gafas de realidad virtual-, que se combina con otros elementos como guantes y trajes que mejoran la experiencia del usuario.
Realidad aumentada (RA)
Esta tecnología permite combinar el entorno real con una capa de elementos visuales adicionales, recreados con la ayuda de la cámara de dispositivos electrónicos con un smartphone o una tableta. Con esta tecnología no se sustituye el espacio real por otro artificial, sino que se añade información a la realidad. La información añadida puede ser texto, imágenes, animaciones, vídeos, elementos 3D, audios, etc.
Posibles usos en el aula
- Inmersión en hechos históricos.
- Mejor conocimiento del patrimonio histórico y cultural.
- Introducción de la gamificación en las actividades de clase.
- Acercamiento a los procesos del ámbito de la salud.
- Simulación de procesos tecnológicos como electricidad, mecánica, circuitos, o similares.
- Familiarización con ciencias como la Astronomía.
Involucración del alumnado
Ambas herramientas tienen un gran potencial en todas las etapas educativas. Por su novedad, captan la atención y el interés de los alumnos, fomentan el aprendizaje inmersivo y facilitan la participación y la interactividad. Además se complementan con los elementos educativos tradicionales.