Ecológica, inteligente, conectada y autorreparable.
Durante los últimos 70 años no han cambiado mucho las carreteras que utilizamos. Están todas construidas con la misma tecnología y similares materiales; pero se están produciendo grandes avances que veremos en un futuro inmediato.
En España ya existen más de 1.000 kilómetros de carreteras que están realizadas con cubiertas recicladas de neumáticos. Se agrietan menos, no se forman roderas y su nivel sonoro se reduce.
Hay empresas que están trabajando con paneles de plástico reciclado, que facilitarán que la construcción de carreteras sea más rápida, sencilla y barata.
No obstante, es en su interior dónde se encuentran los mayores avances tecnológicos. Las nuevas carreteras dispondrán en su interior, de conducciones para integrar todo tipo de tecnologías, como cableado para sistemas de recarga dinámica de vehículos eléctricos, o de los dispositivos necesarios para la conducción autónoma.
Por otra parte, empresas españolas como Repsol y Acciona, están trabajando en el desarrollo de carreteras autorreparables mediante asfaltos de composición especial, que permitirán la desaparición de grietas y pequeños baches, únicamente mediante la aplicación de calor.
Podemos hablar de futuras vías de inteligentes, que estarán conectadas digitalmente mediante sensores y cámaras que ofrecerán información en tiempo real. Dispondrán de señalización inteligente integrada en el propio asfalto que informará a los conductores.
Además permitirán la recarga por inducción de los vehículos eléctricos mientras circulan por ellas, y serán autosuficientes mediante el uso de paneles fotovoltaicos de alta resistencia integrados en el asfalto, que alimentarán las necesidades de iluminación y conectividad de las vías.
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