Los puntos de los números (I).
Algunos signos de puntuación conviven con los números, pero entonces cambia su significado y las reglas gráficas que rigen su uso.
Por ejemplo, la coma; veamos esta expresión:
27,5
Como se sabe, significa ’27 unidades y cinco décimas’. Este tipo de coma en cifras, que no admite detrás un espacio en blanco e indica que comienzan los submúltiplos de la unidad, se llama coma decimal. La utilización de un punto para ese mismo fin -«27.5»- se considera una copia del inglés (aunque está en uso en amplias regiones de Hispanoamérica). No se recomienda el uso de la coma elevada (o apóstrofo) para este mismo fin: «27’5».
Las horas son un caso especial, porque no tienen un sistema decimal, sino en parte duodecimal y en parte sexagesimal (es decir, con base 12 y 60). Hablando de horas «13,33» no significa ‘trece y un tercio’ sino ‘trece y algo más de medio’ (y de hecho: ‘la una [del medio día] y media, pasadas’). Por esta razón parece útil reservar una notación especial para el tiempo: los dos puntos, que aparecieron con los relojes digitales:
15:33
De esta forma, a primera vista ya se sabe que las cifras indican una hora. Reparemos en que estos dos puntos tampoco exigen el espacio que tienen tras ellos cuando se usan en un texto.
El punto marca los millares en las cifras, por ejemplo:
27.500
(‘veintisiete mil quinientos’). Sin embargo, es más frecuente señalarlo con un espacio más pequeño de lo normal en vez de con un punto: «27 500». Los números de los años nunca se escriben con un punto ni espacio: 2005.
Hablando de años, también es una copia del inglés utilizar el apóstrofo para indicar las décadas: «los ’70», o los años: «Mundial ’82», «Expo ’92». Esta última denominación alude a la Exposición Universal de Sevilla de 1992.
(Del libro: «Perdón, imposible». José Antonio Millan.)