Cada vez se diagnostican más casos de niños y adolescentes con Síndrome de Déficit de Atención y con problemas de Hiperactividad. Ante estas situaciones los profesores podemos sentirnos desconcertados y no saber cómo actuar. Pues bien, hace días una profesora participó en una acción formativa “Adolescencia y TDAH” y nos explicó una serie de claves que queremos compartir en nuestro Blog.
Para empezar ¿Qué significa TDAH?
El TDAH es un Trastorno por déficit de atención e hiperactividad. El 70% de las veces, su origen es genético. Su causa principal es un retraso en la maduración del cerebro. Esta inmadurez implica dificultades para planificar, secuenciar, reorganizarse, anteponerse, y resolver problemas. Es un trastorno de las funciones ejecutivas que se va a manifestar principalmente en tres aspectos: Inquietud psicoemocional, impulsividad y dificultad de atención.
Los rasgos característicos de un adolescente que presenta TDAH se basan en la alteración de su comportamiento, baja autoestima, alta impulsividad, desmotivación, inmadurez emocional, etc.
¿Qué podemos hacer los profesores cuando sospechamos que algo está pasando? Observar, participar en la detección temprana y, principalmente, colaborar con la familia y con los profesionales que atiendan al niño.
Lo más curioso de todo lo que en el curso se dijo es que no todos los adolescentes con TDAH necesitan medicación. De hecho, está contraindicada en muchísimos casos ya que tiene efectos negativos como disminución del apetito, insomnio, dolor de cabeza fuertes y constantes, irritabilidad, agresividad… El sentir general de profesores y padres es que quizás se esté abusando de este recurso.
De cualquier manera hay que reordenar los aspectos ambientales que estructuran la vida del alumno.
Soy profesora de adolescentes y a la vez madre de un chico con este trastorno. Lo que más recomiendo es paciencia, constancia y apoyo porque lo que si os aseguro es que hay luz al final del tunel.
Un alumno con TDAH requiere una atención individualizada cuyo objetivo esté basado en reeducar su distorsión cognitiva.
El TDAH es reeducable. Implica mucho trabajo extra para los profesores, puesto que el perfil de estos alumnos es muy complicado.
Pero podemos conseguirlo, ya que el sentido de la comunidad educativa debe ir encaminado, de forma prioritaria, al concepto de formar personas, dentro de una atención íntegra a la diversidad de los perfiles que presentan nuestros alumnos.
Profe de PCPI.
Como en todo , en el TDAH hay grados, dependiendo de las posibles alteraciones de comportamiento que a veces pueden acompañar al TDAH (impulsividad…).Lo que si esta claro que la detección temprana y la combinación de tratamientos farmacológicos y psicológicos son fundamentales para el desarrollo madurativo de estos niños, que luego van a ser adolescentes y posteriormente adultos con TDAH.
Es una realidad que hay un número bastante elevado de casos de alumnos con problemas de atención en las aulas. De esos niños y niñas con falta de atención un pequeño porcentaje padece el trastorno de déficit de atención que en la mayoría de las ocasiones va asociado a hiperactividad (TDAH).
Los problemas de falta de atención tan generalizados y que plantean dificultades en la labor de los docentes pueden ser causados por cuestiones muy diversas. Algunas de ellas son, desarrollo neuronal (debemos tener en cuenta que como docentes trabajamos con cerebros en desarrollo), los hábitos de alimentación y de descanso, el estado de salud, la estabilidad emocional, el estrés y de forma más general se pueden mencionar el interés y la motivación.
Amaia Terán (maestra de primaria)
Por otro lado el TDAH se debe fundamentalmente a un retraso en la maduración del cerebro en funciones tan importantes como la capacidad de planificar de forma ordenada y secuenciada. Los niños con TDAH no son capaces de organizar su trabajo, esperar un resultado a medio plazo o aprender de la experiencia. El origen del trastorno se debe una combinación de causas genéticas o hereditarias y ambientales. Los niños con déficit de atención e hiperactividad tienen dificultades para fijarse en pequeños detalles, son excesivamente inquietos e impulsivos. Estas características en su forma de ser y de actuar dan lugar a otras dificultades añadidas como pueden ser alteraciones de la conducta, baja autoestima, dificultad para relacionarse con otros y muy baja tolerancia a la frustración.
Amaia Terán
Es básico dar una respuesta educativa adecuada a este tipo de alumnos. De este modo ayudaremos no sólo a los niños diagnosticados de TDAH, también favoreceremos el aprendizaje del resto de alumnos del aula, ya que se trata de medidas que ayudan a mejorar el proceso de enseñanza- aprendizaje cualquiera que sea el alumno.
Los niños con TDAH fallan fundamentalmente en todo aquello que hacemos de forma instintiva. Es cierto que en su caso se acentúa esta dificultad pero es algo que el resto de alumnos también debe practicar y aprender.
Debemos tener en cuenta los diferentes tipos de atención de los alumnos en función de su proceso madurativo. La atención comienza siendo focalizada y pasa por diferentes fases; selectiva, sostenida, alternante y dividida (la más avanzada, se comienzan a adquirir a partir de los 12-13).
Amaia Terán
Favorecerá la atención de todos los alumnos, en particular de los TDAH partir de conocimientos previos, cambiar el tipo de actividades dentro del aula, utilizar estímulos visuales y auditivos, dedicar períodos cortos a las actividades que sean más exigentes, repetir las explicaciones (recopilar lo que se ha dicho en clase). También ayudaremos a nuestros alumnos enseñándoles a anticipar las consecuencias de su forma de actuar, dando pautas de cómo planificar y organizar su trabajo, ayudándoles a controlar las emociones y a que es posible cambiar con flexibilidad y marcando metas muy realistas e inmediatas para que puedan ver el resultado con brevedad.
Amaia Terán
Motivar a los alumnos al comienzo del aula con actividades que favorezcan un buen nivel atencional es algo muy positivo para quien tiene TDAH y para toda el aula. Se puede comenzar la clase con una sopa de letras del tema, con juegos de cálculo mental u otras tareas relacionadas, pero lo fundamental es ayudarles a focalizar su atención. Con adolescentes hay que favorecer la empatía, puesto que su historia previa condiciona su forma de actuar en el aula. Pero para tomar cualquier medida es necesario conocer qué está ocurriendo y en este sentido pueden ser de gran ayuda los psicólogos educativos del centro para hacer una valoración e intervención apropiada. El trabajo en equipo es fundamental. Quien esté interesado en profundizar sobre este tema puede encontrar información en: http://www.feaadah.org/