Fomentar el aprendizaje disfrutando.
Es fácil, cuando los alumnos llegan a cierta edad centrarse en lo académico y tener claros los contenidos a transmitir, pero olvidamos que sigue siendo importante también para ellos, a pesar de su edad, dar a esos contenidos cierto carácter creativo, de diversión y de juego.
Los alumnos adolescentes-jóvenes requieren momentos creativos ya que esas experiencias ayudarán a que abran su mente, manteniendo en ellos la curiosidad y motivación por aprender. ¿Por qué no permitirles pasarlo bien a la vez que aprenden? ¿Facilitará ese enfoque que se involucren y tengan un papel más activo?
Hay diferentes modos de fomentar el aprendizaje desde un punto de vista que dé opción a disfrutar aprendiendo. Comencemos con dos de ellas:
Momentos para que el alumno tome decisiones. Aprendizaje basado en sus intereses.
Un claro ejemplo sería permitir que si un alumno/a muestra interés por escribir, se le anime a hacerlo y se le de la opción a poder ser evaluado a través de ese trabajo. Está decisión permitiría que ese alumno/a conectara con las clases encontrando éstas interesantes, relacionando los contenidos aprendidos con lo que le es útil y necesario.
Elegir es un importante aprendizaje; además se trata de una tarea que hacen para sí mismos no por imposición que es lo que a menudo les hace desconectar del contenido y mostrar desinterés.
Creación de espacios para fabricar y crear.
Los alumnos disfrutan inventando, diseñando y construyendo. Se pueden hacer talleres de creación usando materiales reciclados, customizar sus prendas de vestir, hacer robots.
En los procesos de creación y fabricación se pueden incluir muchos de los contenidos que deben adquirir y a los que les cuesta llegar si se les presentan de manera teórica y alejada de la realidad de sus experiencias de vida.
El aprendizaje llega por experimentación, usando la imaginación a la vez que colaboran.
Facilitemos los materiales, las herramientas, problemas reales y que acepten el reto.