Una evaluación adaptada a cada caso
La Formación Profesional actual no se parece en nada a la que hemos conocido hasta ahora. En primer lugar ya no es la segunda opción para los estudiantes que por diversos motivos renuncian a la universidad; además ya no existe una sola Formación Profesional, sino que se ha conformado como una opción de primera elección con varias vías. La FP Básica, la FP Dual, o la posibilidad de pasar de la FP de Grado Superior a la universidad y viceversa; a lo que hay que sumar la aparición de nuevos ciclos adaptados a la demanda actual.
La FP Básica trata de atajar el problema del fracaso escolar en la ESO, que es el más alto de la Unión Europea con el 23,5%. Sustituye a los anteriores Programas de Cualificación Profesional Inicial (PCPI) y su objetivo es la continuación en ciclos formativos de Grado Medio. La FP básica otorga un título con valor académico útil a aquellos que no quieran seguir sus estudios.
Pues bien, el Gobierno ha incluido en el decreto que regula las características de la prueba final de 6º de Primaria, aprobado este viernes por el consejo de Ministros, que mientras no se ponga en marcha la reválida regulada en la LOMCE, los alumnos de FP Básica conseguirán el título de la ESO cuando sus profesores valoren «que han alcanzado los objetivos de la Educación Secundaria Obligatoria», es decir, sin ningún tipo de examen adicional.